Unidad Básica
El proyecto de legalización del aborto tiene su razón política. Más allá de ser una extraordinaria conquista y un formidable avance de los derechos de la mujer. Los gobiernos progresistas son así. Ponen toda la energía en lo simbólico y cultural en cuestiones que no tienen nada que ver con modificar el funcionamiento de la economía en relación a los grupos concentrados de Poder. Es como un acting, un maquillaje, para disimular la continuidad de las relaciones más profundas del Poder. Alfonsín y el Juicio a la cúpula militar del Proceso, Cristina y los derechos humanos y las leyes sociales e inclusivas e igualitarias. Pero con el Poder económico, no. Alberto sigue esa lógica. No puede ser de otro modo en tiempos tan oscuros y con el movimiento popular tan abrumadora y ostensiblemente a la defensiva y anestesiado.
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